La industria bancaria se encuentra en un momento crucial. La transformación digital, impulsada por las fintechs y neobancos, ofrece servicios más accesibles y eficientes, desafiando el modelo tradicional. La ciberseguridad se vuelve crítica para proteger los datos de los clientes, mientras que las regulaciones cada vez más exigentes impactan en la rentabilidad del sector. La competencia se intensifica, y la rentabilidad del negocio tradicional obliga a buscar nuevas fuentes de ingresos. A esto se suman desafíos como el cambio climático, la inclusión financiera y el desarrollo sostenible.

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• Transformación digital: La banca tradicional se enfrenta a la disrupción de las fintechs y neobancos, que ofrecen servicios más accesibles, rápidos y eficientes a través de la tecnología.

• Ciberseguridad: La protección de los datos de los clientes frente a ataques cibernéticos es una prioridad para la industria bancaria.

• Regulación: Las regulaciones bancarias cada vez más exigentes impactan en los costos y la rentabilidad del sector.

• Competencia: La competencia entre bancos tradicionales, fintechs y otras entidades financieras se intensifica.

• Rentabilidad: La baja rentabilidad del negocio bancario tradicional obliga a buscar nuevas fuentes de ingresos.

• Cambio climático: La banca debe adaptarse a los riesgos y oportunidades que presenta el cambio climático.

• Inclusión financiera: Un desafío pendiente es aumentar el acceso a servicios financieros para la población no bancarizada.

• Desarrollo sostenible: La banca debe integrar criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo en sus operaciones.